domingo, 22 de diciembre de 2013

Qué ha sido mi 2013.

Llevo unos cuántos días reflexionando acerca de cómo ha ido este año para mí para hacer un balance igual que el año pasado y es complicado resumirlo. Bueno, no es tan complicado porque ha sido la hostia. El año pasado fue el del cambio, el de cortar con cosas que no funcionaban y empezar de cero, este ha sido la confirmación de que la vida está llena de sorpresas, de momentos únicos, de personas increíbles, de felicidad y de superar lo malo que se ponga por delante porque por cada momento malo siempre llegarán al menos dos geniales para compensarlo.

Empecé el año haciendo dibujitos porque ningún año como las uvas. Magnífica idea de Zape que copié vilmente, la de un dibujillo por mes, y creo que en cierto modo cada uno de los iconos felices que puse en la casilla de cada mes ha hecho que mire todos los días un poco más feliz al verlo en el armario, pensando que por qué no iba a ser un buen día. Y la gran mayoría de los días de este año han sido felices. No necesariamente felices de euforia, de sentir que quieres explotar porque no te cabe tanta alegría dentro, sino felices por escuchar una canción que te hace sonreír y ponerte a bailar, porque alguien te ha escrito un tweet con palabras bonitas, porque has visto a un amigo por la calle, porque, porque, porque… hay millones de motivos. Muchísimas cosas que me han hecho feliz este año; he ido al cine por encima de mis posibilidades. Muchas de las veces, la gran mayoría para ser franca, gracias a mi hermano que es un amor cuando quiere. xD  

He ido a conciertos, MUCHÍSIMOS conciertos. Esto era algo de lo que deseaba hacer cuando empezó el año y joder si lo he cumplido… He visto a grupos que adoro por primera, segunda, tercera e incluso cuarta vez. He descubierto grupos nuevos, he conocido a gente en conciertos, he ganado entradas, he comprado cds, me han firmado los cds, he comprado camisetas, me han regalado cds, me han regalado baquetas, he hablado con los grupos… Joder, ha sido INCREÍBLE, una pasada, cuanto más lo pienso más me emociono. Los conciertos me han hecho muuuy feliz. Y poder compartir la mayoría de ellos con mi Sandra ha sido una pasada, me encanta que compartamos gustos musicales (¡entre tantas otras cosas!) y podamos ponernos a fangirlear juntas. ^^
A destacar… Varry Brava, SIEMPRE los Varry… que en cierto modo se han convertido en algo más que mi grupo favorito, es que son un amor los cinco, da gusto ir a un concierto y que hablen contigo como si fueras su amigo, que sean tan geniales… Son amor.
Y aparte… Izal, Zahara, Second, Cyan y Love of Lesbian han sido los grupos que más he disfrutado viendo este año (tampoco penséis que he visto muchos más xD).

He conocido a gente majísima, no sólo en internet (twitter da mucho de sí… demasiado xD), sino también en los conciertos, amigos de amigos, la UIMP… He re-conocido a mis amigos, he disfrutado de ellos muchísimo más en clase, cada vez que nos hemos visto un finde, cada vez que hemos ido a casa de alguno a cenar, cada día de tomar algo por ahí, de ir al karaoke, de risas con chistes, de chorradas monumentales.
He “desvirtualizado” a gente que sólo conocía por internet. De esto han salido personas a las que considero amigos a pesar de no vernos todo lo que me gustaría. No voy a empezar a nombraros porque no acabaría… pero sé que si leéis esto vais a saber que sois parte de ello, porque espero que yo para vosotros sea al menos algo parecido, mención especial, las únicas a las que voy a nombrar, a mis locas del clan del mollo. Os quiero demasiado, es una suerte haberos encontrado.
Y dios, la UIMP, the fantastic UIMP. Ya os dije que esa semana cambió mi vida, conocí a gente muy distinta, en especial a una personilla malagueña con la que sorprendentemente compartía más cosas de las que me parecían reales. Pero me hizo darme cuenta de que quería cambios, de que cosas que no funcionaban tenían que desaparecer. Así que la semana de hablar inglés que tanto estaba deseando se convirtió en una semana de conocerme un poquito más a mí misma, algo que necesitaba mucho.
He podido estrechar lazos con mis hermanos y mis padres (sobre todo con mi señora madre) y soy super feliz por ello. Son increíbles, sin duda son personas a las que admirar por lo que llevan a la espalda y lo fuertes que son, por todo el amor que me han dado cuando lo he necesitado, por compartir risas, gustos, momentos no tan buenos.. Por estar ahí, por poder mirarles y sentirme orgullosa de ser su hermana y su hija. Os quiero muchísimo y lo sabéis. <3

Y jolines, que me alegro de tener alrededor a día de hoy a la gente que tengo, amigos a los que sacar de paseo, gente con la que sé que seguiré compartiendo momentazos en el año que está a punto de empezar.

POR CIERTO mención necesaria a mi introducción al mundo de los fandoms. xDD Doctor Who se ha convertido en una parte demasiado importante de mi vida, tanto que no entiendo cómo la gente no es Whovian. xDDD Y Star Wars, y Sherlock, y, y, y…


Creo que lo único de lo que no estoy orgullosa este año es de no haber podido terminar la carrera. Pero bueno, no pasa de 2014 que sea una señorita lisensiada. :)

2013 sin duda ha sido mi año, el mejor en mucho tiempo. Ha puesto el listón demasiado alto al año que empieza, pero haré todo lo que esté en mi mano para hacer que 2014 sea mucho mejor que 2013. Anyway, si consigo que sea igual de bueno va a ser un gusto vivirlo, y estoy convencida de que lo será.

Gracias a todos, de nuevo y no será la última vez que lo diga, gracias a todos los que habéis formado parte de mi año. Compañeros de la uni, amigos del instituto, amigos nuevos, familia, gente que por unas cosas u otras igual que entró en mi vida se fue, todos habéis dejado algo en mí, todos me habéis hecho crecer en un sentido u otro, y os estaré eternamente agradecida.


Me dejo millones de cosas por decir, pero 2013 se resume en que he sido feliz, que en gran parte os lo debo a todos los que me rodeáis, y que ojalá yo para vosotros también haya sido una pizca de felicidad, una risa que resuena en vuestras cabezas de vez en cuando y os dice que nunca dejéis de sonreír.  Os quiero. <3

sábado, 14 de diciembre de 2013

Breve reflexión sobre el cine navideño

Tras meses de ardua investigación, análisis y conversaciones con expertos en la materia paso a mostraros los resultados de mi estudio titulado “El cine navideño y cómo retrata a la perfección las historias de la familia media”.


Todos hemos visto en alguna ocasión esas películas navideñas repetidas hasta la saciedad durante tan señaladas fechas en la televisión. No sólo hablo de películas con actores más o menos conocidos, sino también los típicos telefilms de Antena 3 que nuestras madres, abuelas, suegras, etc. , más tarde o más temprano nos han hecho tragarnos, protagonizados por actorzuelos de dudosas cualidades artísticas y que suelen tratar los mismos temas. Véase:
1-      Familia que se lleva mal a lo largo de todo el año va a cenar a casa de los abuelos o alguno de los tíos. La noche comienza mal, todos se pelean, se miran con cara de odio, a veces incluso se lanzan comida, pero ¡OH! Por arte de magia (claro, es navidad, magic is in the air) todos acaban amándose, trinchando el pavo juntos y cenando amorosamente mientras se abrazan y cantan villancicos. Falalalalaa lala-la-la.

2-      No sé sabe bien cómo, Santa Claus acaba estrellándose contra el tejado de una casa, o con un disparo en el trasero por parte del padre de familia porque pensaba que era un ladrón, o directamente muerto tirado en el nevado jardín de una casa americana de clase media. Es en este momento cuando el padre de familia (sí, siempre es el padre de familia el que tiene la culpa, lo siento, no lo he inventado yo) tiene que o bien realizar la tarea de Santa durante el año presente, o bien convertirse en él  por siempre jamás porque se lo ha cargado. Esto trae consigo el consiguiente agobio porque claro, ¿cómo va a creerse que la ha cagado y tiene que sustituir al verdadero Santa Claus? Eso tiene que ser una broma de mal gusto. En el momento que se da cuenta de que no es una broma llega la siguiente pregunta: ¿por qué cojones le ha tocado a él esa suerte? Y cuando finalmente acepta su terrible destino, llega la pregunta final, la crucial, la que sin duda alguna más atormenta al protagonista: ¿cómo va a repartir los regalos a todos los niños del mundo en la madrugada del 24?
No se sabe cómo pero al final milagrosamente realiza la tarea con ayuda de Rudolph y los demás renos y todos los niños son felices con sus regalos y él también porque ha terminado la noche y ya puede descansar.

3-      El pobre padre que llegado el día de Navidad se ha dado cuenta de que NO tiene regalo para su hijito adorado. “¡OH DIOSES, NO HE TENIDO TIEMPO ESTOS 11 MESES Y MEDIO PARA COMPRAR EL SUPER ROBOT VOLADOR LANZAMOCOS A MI PEQUEÑO MONSTRUITO! ¡CORRERÉ A LA JUGUETERÍA MÁS CERCANA PARA PELEARME CON LOS DEMÁS PADRES REZAGADOS Y CONSEGUIR EL ANSIADO REGALO!”
Todos sabemos que al final compra el muñecajo, pero lo de ese hombre no es sufrir, porque no sólo recibe la bronca de su esposa (que por supuesto no tiene culpa de que el niño no tenga regalo, ella sólo es la pobre madre, ¿qué hace ella comprando los regalos?), se pelea con otros padres en la tienda, puños incluídos, para poder conseguir el juguete y aguantar llantos de niños mimados como el suyo que acompañan a sus padres, sino que también acaba con algo roto o un ojo morado, pero el amor de su hijo vale todo el sufrimiento que ha tenido que pasar.

4-      El último gran argumento de las películas navideñas es sin duda el personaje amargado que quiere fastidiar la navidad a los demás o directamente robarla. Es una figura muy socorrida, que de una forma u otra ve sus malvados planes truncados y acaba arrepintiéndose y siendo tan amoroso como un gatito con un lazo rosa. Vaya malo de pacotilla, que es un cascarrabias, que odia a la sociedad, que qué asco de villancicos, que cuánto hijo de puta suelto tocando a mi puerta para que le dé el aguinaldo, pero al final…
“- La navidad es una fecha presiosa, paz y amor para todos, siento mucho haber intentado aguaros la fiesta. :’(
- No te preocupes ex-malvado-ahora-llorón, todos te queremos y te acogemos con los brazos abiertos.”
¡Oooooh cuánto amooooor! Y todos llorando de felicidad y otra vez cantando villancicos abrazados.

Otros escenarios recurrentes que podemos ver en todas las películas son:
A niños pidiendo deseos absurdos sentados sobre las rodillas de hombres disfrazados de Santa Claus en centros comerciales;
Enanos ayudantes de Santa correteando para un lado y para otro;
Niños huérfanos que encuentran una familia, claro, es que es navidad y ya se sabe, hay mucho amor que dar, pero la historia post-año nuevo no nos la cuentan… Seguro que le dan una patada en el culo al niño (con todo el amor que les ha sobrado de las navidades) y lo mandan de vuelta al orfanato;
Renos. Bueno, Rudolph, porque en el fondo… ¿quién se acuerda de cómo se llaman todos los demás? A nadie le importa. Rudolph tiene hasta sus propias pelis, FUCK YOU resto de renos, no lo petáis tanto como Ruddy, que tiene también canción en la que le dejáis de lado por tener la nariz brillante y luego Santa le hace reno principal porque si no fuera por él no vería una mierda entre la niebla. Superad eso renos sin nombre;
Muchas luces y colorines que casi provocan epilepsia;
Villancicos a tutiplén;
Niños repelentes que se quedan solos en casa y se la lían a unos ladrones (YA);

Y ese maravilloso etcétera que nos proporciona el cine navideño, ese que todos hemos disfrutado en algún momento de nuestras vidas y que sin duda alguna anima y alegra el corazón con sus azucaradas situaciones.


¡Felises fiestas! J