domingo, 22 de diciembre de 2013

Qué ha sido mi 2013.

Llevo unos cuántos días reflexionando acerca de cómo ha ido este año para mí para hacer un balance igual que el año pasado y es complicado resumirlo. Bueno, no es tan complicado porque ha sido la hostia. El año pasado fue el del cambio, el de cortar con cosas que no funcionaban y empezar de cero, este ha sido la confirmación de que la vida está llena de sorpresas, de momentos únicos, de personas increíbles, de felicidad y de superar lo malo que se ponga por delante porque por cada momento malo siempre llegarán al menos dos geniales para compensarlo.

Empecé el año haciendo dibujitos porque ningún año como las uvas. Magnífica idea de Zape que copié vilmente, la de un dibujillo por mes, y creo que en cierto modo cada uno de los iconos felices que puse en la casilla de cada mes ha hecho que mire todos los días un poco más feliz al verlo en el armario, pensando que por qué no iba a ser un buen día. Y la gran mayoría de los días de este año han sido felices. No necesariamente felices de euforia, de sentir que quieres explotar porque no te cabe tanta alegría dentro, sino felices por escuchar una canción que te hace sonreír y ponerte a bailar, porque alguien te ha escrito un tweet con palabras bonitas, porque has visto a un amigo por la calle, porque, porque, porque… hay millones de motivos. Muchísimas cosas que me han hecho feliz este año; he ido al cine por encima de mis posibilidades. Muchas de las veces, la gran mayoría para ser franca, gracias a mi hermano que es un amor cuando quiere. xD  

He ido a conciertos, MUCHÍSIMOS conciertos. Esto era algo de lo que deseaba hacer cuando empezó el año y joder si lo he cumplido… He visto a grupos que adoro por primera, segunda, tercera e incluso cuarta vez. He descubierto grupos nuevos, he conocido a gente en conciertos, he ganado entradas, he comprado cds, me han firmado los cds, he comprado camisetas, me han regalado cds, me han regalado baquetas, he hablado con los grupos… Joder, ha sido INCREÍBLE, una pasada, cuanto más lo pienso más me emociono. Los conciertos me han hecho muuuy feliz. Y poder compartir la mayoría de ellos con mi Sandra ha sido una pasada, me encanta que compartamos gustos musicales (¡entre tantas otras cosas!) y podamos ponernos a fangirlear juntas. ^^
A destacar… Varry Brava, SIEMPRE los Varry… que en cierto modo se han convertido en algo más que mi grupo favorito, es que son un amor los cinco, da gusto ir a un concierto y que hablen contigo como si fueras su amigo, que sean tan geniales… Son amor.
Y aparte… Izal, Zahara, Second, Cyan y Love of Lesbian han sido los grupos que más he disfrutado viendo este año (tampoco penséis que he visto muchos más xD).

He conocido a gente majísima, no sólo en internet (twitter da mucho de sí… demasiado xD), sino también en los conciertos, amigos de amigos, la UIMP… He re-conocido a mis amigos, he disfrutado de ellos muchísimo más en clase, cada vez que nos hemos visto un finde, cada vez que hemos ido a casa de alguno a cenar, cada día de tomar algo por ahí, de ir al karaoke, de risas con chistes, de chorradas monumentales.
He “desvirtualizado” a gente que sólo conocía por internet. De esto han salido personas a las que considero amigos a pesar de no vernos todo lo que me gustaría. No voy a empezar a nombraros porque no acabaría… pero sé que si leéis esto vais a saber que sois parte de ello, porque espero que yo para vosotros sea al menos algo parecido, mención especial, las únicas a las que voy a nombrar, a mis locas del clan del mollo. Os quiero demasiado, es una suerte haberos encontrado.
Y dios, la UIMP, the fantastic UIMP. Ya os dije que esa semana cambió mi vida, conocí a gente muy distinta, en especial a una personilla malagueña con la que sorprendentemente compartía más cosas de las que me parecían reales. Pero me hizo darme cuenta de que quería cambios, de que cosas que no funcionaban tenían que desaparecer. Así que la semana de hablar inglés que tanto estaba deseando se convirtió en una semana de conocerme un poquito más a mí misma, algo que necesitaba mucho.
He podido estrechar lazos con mis hermanos y mis padres (sobre todo con mi señora madre) y soy super feliz por ello. Son increíbles, sin duda son personas a las que admirar por lo que llevan a la espalda y lo fuertes que son, por todo el amor que me han dado cuando lo he necesitado, por compartir risas, gustos, momentos no tan buenos.. Por estar ahí, por poder mirarles y sentirme orgullosa de ser su hermana y su hija. Os quiero muchísimo y lo sabéis. <3

Y jolines, que me alegro de tener alrededor a día de hoy a la gente que tengo, amigos a los que sacar de paseo, gente con la que sé que seguiré compartiendo momentazos en el año que está a punto de empezar.

POR CIERTO mención necesaria a mi introducción al mundo de los fandoms. xDD Doctor Who se ha convertido en una parte demasiado importante de mi vida, tanto que no entiendo cómo la gente no es Whovian. xDDD Y Star Wars, y Sherlock, y, y, y…


Creo que lo único de lo que no estoy orgullosa este año es de no haber podido terminar la carrera. Pero bueno, no pasa de 2014 que sea una señorita lisensiada. :)

2013 sin duda ha sido mi año, el mejor en mucho tiempo. Ha puesto el listón demasiado alto al año que empieza, pero haré todo lo que esté en mi mano para hacer que 2014 sea mucho mejor que 2013. Anyway, si consigo que sea igual de bueno va a ser un gusto vivirlo, y estoy convencida de que lo será.

Gracias a todos, de nuevo y no será la última vez que lo diga, gracias a todos los que habéis formado parte de mi año. Compañeros de la uni, amigos del instituto, amigos nuevos, familia, gente que por unas cosas u otras igual que entró en mi vida se fue, todos habéis dejado algo en mí, todos me habéis hecho crecer en un sentido u otro, y os estaré eternamente agradecida.


Me dejo millones de cosas por decir, pero 2013 se resume en que he sido feliz, que en gran parte os lo debo a todos los que me rodeáis, y que ojalá yo para vosotros también haya sido una pizca de felicidad, una risa que resuena en vuestras cabezas de vez en cuando y os dice que nunca dejéis de sonreír.  Os quiero. <3

sábado, 14 de diciembre de 2013

Breve reflexión sobre el cine navideño

Tras meses de ardua investigación, análisis y conversaciones con expertos en la materia paso a mostraros los resultados de mi estudio titulado “El cine navideño y cómo retrata a la perfección las historias de la familia media”.


Todos hemos visto en alguna ocasión esas películas navideñas repetidas hasta la saciedad durante tan señaladas fechas en la televisión. No sólo hablo de películas con actores más o menos conocidos, sino también los típicos telefilms de Antena 3 que nuestras madres, abuelas, suegras, etc. , más tarde o más temprano nos han hecho tragarnos, protagonizados por actorzuelos de dudosas cualidades artísticas y que suelen tratar los mismos temas. Véase:
1-      Familia que se lleva mal a lo largo de todo el año va a cenar a casa de los abuelos o alguno de los tíos. La noche comienza mal, todos se pelean, se miran con cara de odio, a veces incluso se lanzan comida, pero ¡OH! Por arte de magia (claro, es navidad, magic is in the air) todos acaban amándose, trinchando el pavo juntos y cenando amorosamente mientras se abrazan y cantan villancicos. Falalalalaa lala-la-la.

2-      No sé sabe bien cómo, Santa Claus acaba estrellándose contra el tejado de una casa, o con un disparo en el trasero por parte del padre de familia porque pensaba que era un ladrón, o directamente muerto tirado en el nevado jardín de una casa americana de clase media. Es en este momento cuando el padre de familia (sí, siempre es el padre de familia el que tiene la culpa, lo siento, no lo he inventado yo) tiene que o bien realizar la tarea de Santa durante el año presente, o bien convertirse en él  por siempre jamás porque se lo ha cargado. Esto trae consigo el consiguiente agobio porque claro, ¿cómo va a creerse que la ha cagado y tiene que sustituir al verdadero Santa Claus? Eso tiene que ser una broma de mal gusto. En el momento que se da cuenta de que no es una broma llega la siguiente pregunta: ¿por qué cojones le ha tocado a él esa suerte? Y cuando finalmente acepta su terrible destino, llega la pregunta final, la crucial, la que sin duda alguna más atormenta al protagonista: ¿cómo va a repartir los regalos a todos los niños del mundo en la madrugada del 24?
No se sabe cómo pero al final milagrosamente realiza la tarea con ayuda de Rudolph y los demás renos y todos los niños son felices con sus regalos y él también porque ha terminado la noche y ya puede descansar.

3-      El pobre padre que llegado el día de Navidad se ha dado cuenta de que NO tiene regalo para su hijito adorado. “¡OH DIOSES, NO HE TENIDO TIEMPO ESTOS 11 MESES Y MEDIO PARA COMPRAR EL SUPER ROBOT VOLADOR LANZAMOCOS A MI PEQUEÑO MONSTRUITO! ¡CORRERÉ A LA JUGUETERÍA MÁS CERCANA PARA PELEARME CON LOS DEMÁS PADRES REZAGADOS Y CONSEGUIR EL ANSIADO REGALO!”
Todos sabemos que al final compra el muñecajo, pero lo de ese hombre no es sufrir, porque no sólo recibe la bronca de su esposa (que por supuesto no tiene culpa de que el niño no tenga regalo, ella sólo es la pobre madre, ¿qué hace ella comprando los regalos?), se pelea con otros padres en la tienda, puños incluídos, para poder conseguir el juguete y aguantar llantos de niños mimados como el suyo que acompañan a sus padres, sino que también acaba con algo roto o un ojo morado, pero el amor de su hijo vale todo el sufrimiento que ha tenido que pasar.

4-      El último gran argumento de las películas navideñas es sin duda el personaje amargado que quiere fastidiar la navidad a los demás o directamente robarla. Es una figura muy socorrida, que de una forma u otra ve sus malvados planes truncados y acaba arrepintiéndose y siendo tan amoroso como un gatito con un lazo rosa. Vaya malo de pacotilla, que es un cascarrabias, que odia a la sociedad, que qué asco de villancicos, que cuánto hijo de puta suelto tocando a mi puerta para que le dé el aguinaldo, pero al final…
“- La navidad es una fecha presiosa, paz y amor para todos, siento mucho haber intentado aguaros la fiesta. :’(
- No te preocupes ex-malvado-ahora-llorón, todos te queremos y te acogemos con los brazos abiertos.”
¡Oooooh cuánto amooooor! Y todos llorando de felicidad y otra vez cantando villancicos abrazados.

Otros escenarios recurrentes que podemos ver en todas las películas son:
A niños pidiendo deseos absurdos sentados sobre las rodillas de hombres disfrazados de Santa Claus en centros comerciales;
Enanos ayudantes de Santa correteando para un lado y para otro;
Niños huérfanos que encuentran una familia, claro, es que es navidad y ya se sabe, hay mucho amor que dar, pero la historia post-año nuevo no nos la cuentan… Seguro que le dan una patada en el culo al niño (con todo el amor que les ha sobrado de las navidades) y lo mandan de vuelta al orfanato;
Renos. Bueno, Rudolph, porque en el fondo… ¿quién se acuerda de cómo se llaman todos los demás? A nadie le importa. Rudolph tiene hasta sus propias pelis, FUCK YOU resto de renos, no lo petáis tanto como Ruddy, que tiene también canción en la que le dejáis de lado por tener la nariz brillante y luego Santa le hace reno principal porque si no fuera por él no vería una mierda entre la niebla. Superad eso renos sin nombre;
Muchas luces y colorines que casi provocan epilepsia;
Villancicos a tutiplén;
Niños repelentes que se quedan solos en casa y se la lían a unos ladrones (YA);

Y ese maravilloso etcétera que nos proporciona el cine navideño, ese que todos hemos disfrutado en algún momento de nuestras vidas y que sin duda alguna anima y alegra el corazón con sus azucaradas situaciones.


¡Felises fiestas! J

sábado, 9 de febrero de 2013

La importancia del nombre


Todos sabemos, o deberíamos saber, la importancia que tiene nombrar algo o a alguien. Dar nombre a un objeto o persona es dotarlo de unas cualidades, una ”fisicalidad”, hacerlo tangible, hacer que tenga algo de nosotros mismos o  nuestros gustos.
Es por esto que reflexionando he llegado a la conclusión de que mi nombre, dependiendo de la época de mi vida por la que pasaba, ha cambiado. Es lo bueno de tener un nombre versátil y con el que poder hacer distintas combinaciones, como es María José.
Tiene múltiples posibilidades, podría ser “María José” a secas, “Mariajo”, “Majo”, “Mery”, “Meryjoe”, “Marijose”, “Mari”, “María”… Y creo que podría seguir enumerando más de una opción, pero prefiero pasar a lo que venía a contar en un principio, que es la historia de mi nombre.

Me llamo María José porque tuve a bien nacer mujer, obviamente. Si hubiese nacido hombre lo más probable es que me llamase “José Antonio” (un nombre muy original, ¿eh? Mi abuela, que quería que me llamase como mi abuelo… A lo que mi madre se negaba porque su ex marido lleva también dicho nombre. Historias familiares, vamos). No me llamaron “Josefa”, que es tanto el nombre de mi abuela como de mi madre, porque como me ha dicho esta última en más de una ocasión “Josefa es un nombre demasiado feo, no te iba a poner eso”. Supongo que gracias, mamá. Mi abuela paterna, con la que prácticamente me crié, me llamaba desde pequeña “María” (decía que era su nombre favorito), y por ende, toda persona que me conocía y conoce a través suya me llama “María”. También me llama “María” un amigo americano que tengo que es ultracatólico. Dice que es su nombre favorito. Tenemos aquí la primera denominación:
Nº 1- María- abuela paterna y gente que me conoce por ella; amigo americano ultracatólico.

Sigamos. En mi casa, como nombre cariñoso, siempre me han llamado “Mari”. Me siguen llamando así por lo general mis padres, mis hermanas y mis sobrinos. Incluso algunos de mis primos más cercanos me llaman “Mari”. Este también lo ha usado alguna amiga en la época del instituto, pero que yo recuerde ahora mismo nadie más fuera de mi casa me llama así.
Nº 2- Mari- familia muy cercana y alguna amiga en el instituto.

Continuando con los nombres en la familia, desde hace unos… 7 años en casa me llaman “Tali”. Y os preguntaréis… ¿Tali? ¿Esa mier… preciosidad de nombre de dónde sale? Pues bien, la historia se remonta al momento en el que mi sobrino Hugo estaba empezando a hablar. Intentamos enseñarle a decir el nombre de las tías y los miembros de la familia, pero no sabía pronunciarlos, así que su versión de “Mari” fue “Tali”. A los habitantes de mi casa les hizo gracia, y así me he quedado, como “Tali”. Hace un par de meses le confesé a mi madre que no me gustaba, y está haciendo el esfuerzo de intentar cambiarlo, o eso creo, pero es demasiado tarde. Llevaré esa lacra encima toda la vida. Maldito Hugo. Ya me vengaré, ya.
Nº 3- Tali- familia muy cercana, culpa de mi sobrino.

“María José” siempre me ha sonado muy a señora mayor, nunca ha sido un nombre que me haya encantado. De hecho de pequeña siempre fantaseaba con cambiarme el nombre al ser mayor, pero una aprende a vivir con ello, o a modificarlo lo suficiente como para hacer que no me suene tan mal. Dicho esto, “María José” suele llamarme la gente que no tiene mucha confianza conmigo o no me conoce lo suficiente, o los profesores, por ejemplo. También lo usan en mi casa cuando quieren llamarme y les ignoro o están enfadados conmigo. La verdad es que no me gusta que me llamen así, cuando alguien lo hace me suena bastante mal, lo veo demasiado serio. No pega conmigo en este momento de mi vida.
Nº 4- María José- nombre oficial. Gente que no tiene mucha confianza conmigo, familia enfadada, profesores.

A ver qué más… “Mery”, mismo, o “Mary”, que es como se escribiría bien. Una amiga en el instituto me llamaba “Mery” todo el rato, en 4º de la ESO más concretamente. Qué gran año… Pero bueno ese es otro tema. Ahora también me llaman “Mery” mis hermanas de vez en cuando. Y “Mary” me han llamado toda la vida en la academia de inglés a la que iba, que es básicamente donde aprendí todo el inglés que sé. Allí a todos los alumnos nos traducían el nombre a inglés, o si el nombre no era traducible nos daban otro que empezase con la misma letra. Por ejemplo en mi clase había un chico que se llamaba Sixto, y como no existía en inglés pues le llamábamos Steven.
Así que creo que Mary es un buen nombre, me ha traído más alegrías que desgracias. Aunque hay alguna anécdota en la academia que se merece un capitulillo entero… Pero en fin.
Nº 5- Mery/ Mary- amiga en 4º de la ESO, mis hermanas; Academia de inglés.

“Mery Joe” me llama mi preciosa Carmen, a la que conocí en Irlanda hace cuatro años y con la que voy a clase actualmente. Y a la que quiero infinitamente, todo hay que decirlo. Y ahora mismo no recuerdo que nadie más me llame así.
Nº 6- Mery Joe- Es como me llama mi Carmen


Un nombre que antes usaba mucho y ahora… No uso, es “Marijose”. En su momento lo veía bastante “yo”. Me sonaba dulce, bonito. Pero ahora me suena a cosas que no me gustan. Ese nombre es con el que me conoció mi ex novio, y como se llama su madre (a la que quiero muchísimo), quizás por esto es por lo que no me apetece que lo usen más, porque me recuerda a él y a todo el tiempo que estuve con él. Toda la gente que me conoció cuando tenía entre los… 15 y 18 años me llama así. O me llamaba, al menos con los que no tenía contacto, con los que sí tengo no suelen llamarme de esta manera. Bueno, sí, a veces. Pero hay ciertas personas que no sé si cuentan. xD
Nº 7- Marijose- nombre que usaba de los 15 a los 18 en público, y a partir de ahí con la gente de la que me rodeaba, que tampoco era tanta. Nombre con el que me llamaba mi ex.

Y aquí llegan los dos nombres que uso ahora, este es el que menos me gusta de los dos, “Mariajo”. Para diferenciarme de su madre, mis ex cuñados me empezaron a llamar “Mariajo” porque como ya he dicho a su madre la llaman “Marijose”. Bastante gente me llama “Mariajo”, me siento cómoda con ese nombre, y está bien. Pero no sé, no es el nombre con el que más identificada me siento ahora mismo. También me llamaban “Mariajo” de pequeña y hacían la típica coña con lo de –ajo, y algunas personas llegaron hasta a hacer la megagracia de traducirlo a inglés y llamarme “MaryGarlic”. En fin, cosas de críos y gente graciosilla. ¡Ah! Y también me llaman “Mariajo” por Subcultura, porque es el nombre de usuario que tengo.
Nº 8- Mariajo- familia de mi ex; de pequeña, en el colegio; Subcultura.

Y el último que voy a mencionar hoy es “Majo”. Puede sonar absurdo, o pareceros una tontería, pero este nombre me transmite una fuerza increíble, tiene energía, no sé, es lo que me hace sentirme el ‘autodenominarme’ así. Me parece que es cómo quiero que sea mi vida en este momento, quiero energía, hacer cosas nuevas, conocer gente, cambiar, espero que para mejor, pero cambiar. Estoy bastante contenta con el “Majo”, y últimamente a cualquiera que conozco le digo que me llamo así, aunque en realidad no mucha gente me llama “Majo”. Pero bueno, yo lo intento, que me gusta mucho. ^^ Igual dentro de… 5 años lo he aborrecido y vuelvo al “Mariajo”, o me gusta que me llamen “María José” y sentirme más señora. Pero de momento… Me quedo con el “Majo”.
Nº9- Majo- como me gustaría que me llamasen ahora mismo.

Bueno, ya que me he quedado con 9, para redondear mencionaré uno que me hace mucha gracia y que ya he comentado por internet, y es “Moose”. Os preguntaréis qué tiene que ver “Moose” con “María José” aparte de que comienzan por “M”. Pues bien, tengo un amigo californiano, mu majo él, que un día de charla por Skype me preguntó cómo se pronunciaba mi nombre, porque no sabía cómo era (él lo pronunciaba como /maio/). Y el “Villalobos” ya pa qué comentar lo que pronunciaba… Bueno, va, pronunciaba /vilabús/ (Villaboose en su idioma californiano). Pues dijo que “Majo” le parecía demasiado complicado de decir, y que mejor se inventaba otro nombre para mí. Y lo que le vino a la cabeza fue “Moose”, que como sabréis los que habláis inglés (o quizás no sabréis, no sé), significa “alce”. Yo le dije que por qué me llamaba así, que no tenía nada que ver con mi nombre, pero él dijo que era la mezcla de “Majo” y “Villaboose”. Y ya está, de ahí sale “Moose”, que me parece un nombre divertido, pero… Eso, para que lo use él, no nadie más. Que por cierto, los alces son feísimos… En fin, prefiero no verlo por ese lado.
Nº 10- Moose- es cómo me llama Tyler, mi amigo de California.

Y podría seguir con algunos motes, peeeeero llevo ya varios días escribiendo esto, y si lo sigo alargando no termino ni el año que viene. Vamos a hacer un recuento final:
Nº 1- María- abuela paterna y gente que me conoce por ella; amigo americano ultracatólico.
Nº 2- Mari- familia muy cercana y alguna amiga en el instituto.
Nº 3- Tali- familia muy cercana, culpa de mi sobrino.
Nº 4- María José- nombre oficial. Gente que no tiene mucha confianza conmigo, familia enfadada, profesores.
Nº 5- Mery/ Mary- amiga en 4º de la ESO, mis hermanas; Academia de inglés.
Nº 6- Mery Joe- Es como me llama mi Carmen
Nº 7- Marijose- nombre que usaba de los 15 a los 18 en público, y a partir de ahí con la gente de la que me rodeaba, que tampoco era tanta. Nombre con el que me llamaba mi ex.
Nº 8- Mariajo- familia de mi ex; de pequeña, en el colegio; Subcultura.
Nº9- Majo- como me gustaría que me llamasen ahora mismo.
Nº 10- Moose- es cómo me llama Tyler, mi amigo de California.


Y con esto y un bizcocho… Si has llegado hasta aquí ya me conoces un poco más. ^^

viernes, 8 de febrero de 2013

Sir Thomas Wyatt- I find no peace

Este va a ser mi primer gobbet. Es un poema precioso, de esos a los que parece que les encuentres un significado y tiene otro, no demasiado oculto, pero "tapadillo". Es de Thomas Wyatt, el primer poeta inglés que utilizó el soneto, y empezó a experimentar con las formas y la rima. Para los que no estén muy familiarizados con la historia inglesa, este hombre fue uno de los poetas que apareció durante el reinado del rey Henry VIII, o Enrique octavo, sí, el que se casó 6 veces y mató a varias de sus esposas. Se le acusó de acostarse con la segunda de ellas, Anne Boleyn (Ana Bolena para los españoles, costumbre que odio por cierto, la de traducir nombres), pero fue liberado finalmente. No tuvieron la misma suerte los otros 5 hombres a los que cortaron la cabeza, ni la propia Anne. Él los vio morir, y posiblemente ese hecho hizo que algunos de sus poemas tuvieran un tono triste o melancólico (sin tener en cuenta lo melancólicos que ya eran los poetas de la época en cuanto a sus sentimientos).

 En fin, no os cuento más historias, aunque para mi sean super interesantes, y os dejo con el poema.

I find no peace, and all my war is done.
I fear and hope. I burn and freeze like ice.
I fly above the wind, yet can I not arise;
And nought I have, and all the world I season.
That loseth nor locketh holdeth me in prison
And holdeth me not --yet can I scape no wise--
Nor letteth me live nor die at my device,
And yet of death it giveth me occasion.
Without eyen I see, and without tongue I plain.
I desire to perish, and yet I ask health.
I love another, and thus I hate myself.
I feed me in sorrow and laugh in all my pain;
Likewise displeaseth me both life and death,
And my delight is causer of this strife.

sábado, 5 de enero de 2013

Argumento general de los culebrones (con pequeñas variaciones entre uno y otro):



 Chica pobre, guapísima pero tonta con ganas se enamora de un hombre rico, atractivo y poderoso con el que se cruza casualmente. Él, por supuesto, también se enamora de ella, pero ya está prometido con otra mujer, la típica trepa, fashion victim (con pinta de putilla, todo hay que decirlo) y retorcida que sólo le quiere por el dinero, pero él piensa que está loca por él, porque claro, es un empresario de gran nivel y un triunfador.
La chica pobre se resigna porque no puede estar con el hombre rico, pero este sigue dándole por culo e intentando besarla a pesar de que se va a casar en breves con la putilla. Al final se besan, y ya se sella el encantamiento que hace que ninguno de los dos deje de pensar en el otro.
La putilla se da cuenta de que la pobre está enamorada de su “noviesito” e intenta destruirla de todas las maneras posibles. Mientras que todo esto ocurre, el rico intenta llevar doble vida y tener dos novias, una secreta, de la que realmente está enamorado (y es la pobre tonta), y la otra, con la que se va a casar sin quererla.

Hasta aquí todo claro, ¿no?

Luego tenemos historias secundarias como la de los criados de él que también se enamoran entre ellos, o la de la madre de él que ama a la putilla y pretende ayudarla contra la pobre, porque claro, casarse con la putilla será mejor para su estatus social. También encontramos a veces que la putilla suele tener su propio amante, con el que planea matar a su marido tras casarse. Que claro, va de listo y estupendo, pero no se da cuenta de que su mujer es una guarra que sólo le quiere por su dinero.

Volviendo a la pobre tonta, que la hemos dejado un poco olvidada, sigue intentando olvidarse de su galán, pero “¡Oh, diosito!, ¿por qué carajo tuviste que haser que Luis Eduardo Montoya Ferrándes de Todos los Santos aparesiera en mi vida?” (cosa que todas nos preguntamos al ver a Chris Evans, Tom Hiddleston, Christian Bale, etc., pero que no nos quita el sueño como a ella), entonces por supuesto, no le olvida, ya que se pasa el día lamentándose de su terrible fortuna.
La putilla por su parte intenta ahogarla, envenenarla, mandarla a Europa, meterla en la cárcel, matarla, de todo, pero al final no consigue nada, porque por supuesto, EL AMOR SIEMPRE VENSERÁ.

Al final, el galán rico y poderoso (del cual no sabemos por qué es rico, igual es un narco, o exporta chorizos, o tiene una fábrica de consoladores en China, nunca se acaba de saber de dónde sale la fortuna) se deshace de la putilla, que se hunde en la ciénaga más apestosa de toda Sudamérica y termina casi siempre en la cárcel, o pobre y con el rimmel corriendo por sus mejillas mientras maldice a la pobre-tonta-guapa, que se casa con el rico-galán-poderoso, y se convierte en la señora de la casa. Echa a la suegra, por supuesto, porque el marido es un calzonazos, y ella acaba siendo la persona más adorable, amada y presiosa de la historia. El último capítulo suele ser o bien la boda del galán y la ya-no-pobre, o bien unos años más tarde cuando ya tienen sus hijos y son felices y comen perdices.

Hay variaciones, como por ejemplo en cierto culebrón que trataba de tres hermanos pobres que quieren vengarse de tres hermanas ricas pero ¡OH! Casualmente cada uno de ellos se enamora de una de ellas (ninguno coincide con la misma, que raro…) y se acaban casando. Y ese sinfín de opciones que nos ofrecen las telenovelas.

Así que ya saben mijitos, vean telenovelas, si no pueden ver cómo termina siempre sabrán que el amor es la respuesta.